Me gusta mirar.
Quiero tener los inocentes ojos de un niño
Y mirar al mundo como por primera vez.

Me he dado cuenta de que tengo la creciente exigencia de ser como
un perro, primitivo.
Alguno fotografiando sus experiencias y memorias
En los flecos de identidad, antes de que se vuelvan más pesados.

Bien entendiendo que puedes encontrar más vitaminas creativas en la suciedad
de la tierra
que mezclándote con ángeles en el cielo.

Normalmente no fotografío buscando la realidad.
La realidad está sobrevalorada y significa tantas cosas
Encantadoras
y contradictorias.

Pero, obviamente, me gusta esta confusión.
Es una especie de plataforma que permite pasar un buen rato
a tu barriga y he descubierto
que ayuda un poco,
el ser tímido y pequeño.

La fotografía nunca es sobre fotografía,
sino algo que toca sutilmente tu realidad.

Creo en lo que siento y si le iluminas a través
tuyo puede ser en ocasiones un camino para capturar vida
tan cercano como un autorretrato
Nunca sin peligro, totalmente estimulante.

Para mí los encuentros son lo importante,
las fotografía son menos importante.
Simplemente tienes que encontrar tu propio equilibrio, no siendo
sentimental y desapareciendo de esos encuentros y amoríos.
Necesitas un pie dentro de la situación,
pero el otro fuera.

Así que yo intento sin modales preguntarme la misma pregunta
sabiendo que hay más oculto que visible.

Siempre sorprendido por lo impredecible.

ANDERS PETERSENS,
para la exposición “ca me touche”
Arles, France, 2009.


I like to look.
I want to have the innocent eyes of a child
and look at the world for the first time.

I noticed I have a growing demand for being doglike and primitive.
Someone photographing his experiences and memories
on the fringes of identity, before they become harder.

Well understanding you find more creative vitamins in dirt on earth
than mingling with angels in the sky.

Usually I don’t take pictures looking for reality.
The reality is overrated and means so many lovely and
contradictory things.

But obviously, I like this confusion.
It’s a kind of platform allowing your belly
to have a good time and I found out
it helps a little,
being shy and small.

Photography is never about photography,
but sometimes it lightly touches your reality.

I believe what I feel and if you illuminate it through
yourself it can sometimes be a way to capture life as
close as selfportraits.
Never riskless, absolutely stimulating

To me there are encounters that matter,
pictures are less important.
You simply have to find your own act of balance,not being
sentimental and disappearing in these meetings
and love affairs.
You need one foot inside the situation,
but the other one outside.

So I keep trying without manners asking the same questions
knowing there is more hidden than visible.

Always surprised by the unpredictable

ANDERS PETERSENS,
for the exhibition “ca me touche”
Arles, France, 2009.