Os dejo un más que interesante artículo escrito por Arantxa Ruiz en su blog Historias de Cracks sobre los factores más importantes en la vida laboral de los españoles
Expectativas profesionales ficticias de los españoles
Me encuentro con un dato que me deja helada.
Resultados de una encuesta publicada en 2013 por Randstad).
Siento tener que ser yo la de las malas noticias, pero lo de la seguridad en el puesto de trabajo se acabó para siempre y parece que los españoles no se han enterado.
No es que la empresa no quiera asegurarle al profesional su puesto de trabajo, sino simplemente que el ciclo de vida de las empresas se acortan mientras que la esperanza de vida de las personas aumentan. Este tema lo habíamos tratado en el blog hace tiempo en el artículo de “adiós carreras lineales, hola profesionales adaptables”
En España andamos algo despistados. No es sólo los factores más importantes los que merecen atención, sino los que se quedan a la cola de prioridades.
La mayoría de los españoles buscan un trabajo seguro, bien pagado, interesante y agradable y para ellos lo menos importante es la formación, el servicio o productoque ofrece a los clientes, que esté bien gestionada, sea sostenible, ética y en ANTEPENÚLTIMO LUGAR que tenga TECNOLOGÍA puntera.
Así nos va.
A ver si empezamos a despertar de una vez. En este mundo nadie da duros por pesetas, o céntimos por euros, o duros por pesetas otra vez al ritmo que vamos. Si no te formas, si no ofreces a tu cliente algo relevante y bueno, si no eres eficiente y visionario, si no aportas valor a la sociedad, y sobre todo, sobre todo, si no adquieres una ventaja competitiva digital ya…estás fuera. Caput. Desterrado. Condenado al ostracismo profesional. Obsoleto. En el parque dando de comer a las palomas o en el metro levantando la mano.
¿No te lo crees? Te muestro de nuevo el cuadro que dice lo que son mitos y lo que son verdades de las empresas que dan la espalda a la tecnología y las que la adoptan de verdad.
Despertemos de una vez. Antes de que sea demasiado tarde.
Escrito por Arantxa Ruiz en su blog Historias de Cracks