La Fundación Arquitectura COAM cumplirá este año 25 años, es ya toda una MAYOR DE EDAD, pero aun así su supervivencia depende de las aportaciones directas que realiza el COAM, que este año bate récord superando los 600.000€ netos.
Es hora de que esta Fundación, creada con el objetivo de promocionar, salvaguardar, enseñar y difundir los valores de la arquitectura, el urbanismo y disciplinas afines relacionadas con el desarrollo de la ciudad, se busque sus habichuelas, utilizando los recursos que la ley permite a estas instituciones (patrocinios, subvenciones, etc.) y deje de “mamar” de las cuotas e ingresos de todos los colegiados, más con los años que corren..
Esta aportación nos supone a los arquitectos un coste extra a nuestros servicios (o lo pagamos nosotros o lo paga el cliente incrementando el coste de nuestros servicios). En concreto, según estas cifras, los arquitectos soportan un 9,6% de coste extra en sus servicios (frente a cuotas obligatorios y visado) para mantener esta Fundación.
La Fundación se ha ido vaciando de contenido al quitarse de su gestión la formación que ofrece el COAM, ahora a través del Instituto de Arquitectura, y un gran número de eventos culturales ahora organizados por el COAM, quedando tan solo para gestionar el Servicio Histórico y la Biblioteca, por no mencionar el Madrid ThinkTank invento del anterior decano que tuvo un éxito más que cuestionable. Esta reducida labor tiene asignada en el presupuesto COAM 2016 una cantidad neta, que aporta el COAM a la Fundación, de 622.191€.
¿Mantener el Archivo Histórico y la Biblioteca del COAM cuesta 600.00€/año? ¿Qué más realiza la Fundación? ¿¡Podemos permitirnos este LUJO!?
¿Debemos seguir manteniendo una Fundación que no recoge subvenciones y a la que le realizamos la mayor parte de tareas desde el COAM?